Te he dejado en el sillón
las pinturas y una historia en blanco.
No hay principio ni final,
sólo lo que quieras ir contando.
Y al respirar intenta ser quien ponga el aire,
que al inhalar te traiga el mundo de esta parte.
Te he dejado en el sillón
las pinturas y una historia en blanco.
Yo me marcho a otro lugar,
puede que el viaje sea largo.
La burbuja en que crecí nos vendió comodidad
y un nudo entre las manos.
Yo escogí la ambigüedad, tú el fantasma y lo real,
todo en el mismo barco.
Y al respirar propongo ser quien ponga el aire,
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez si no respiro es por no ahogarme.
Intenta no respirar ...
Intenta no respirar ...
Y al respirar propongo ser quien ponga el aire,
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez quizá será mejor marcharse.
Intenta no respirar ...
Intenta no respirar ...
las pinturas y una historia en blanco.
No hay principio ni final,
sólo lo que quieras ir contando.
Y al respirar intenta ser quien ponga el aire,
que al inhalar te traiga el mundo de esta parte.
Te he dejado en el sillón
las pinturas y una historia en blanco.
Yo me marcho a otro lugar,
puede que el viaje sea largo.
La burbuja en que crecí nos vendió comodidad
y un nudo entre las manos.
Yo escogí la ambigüedad, tú el fantasma y lo real,
todo en el mismo barco.
Y al respirar propongo ser quien ponga el aire,
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez si no respiro es por no ahogarme.
Intenta no respirar ...
Intenta no respirar ...
Y al respirar propongo ser quien ponga el aire,
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez quizá será mejor marcharse.
Intenta no respirar ...
Intenta no respirar ...
Me compré un coche para viajar con mi familia y acabo de volver del primer viaje en el que ella no iba. La sensación al salir fue extraña. Un coche de seis plazas en el que solo viajábamos cinco. Un hueco, una ausencia. La de ella. El destino era la casa de mi padre, en la costa mediterranea, a la que desde hace 10 años siempre he ido con ella. Recorrer los mismos lugares, los sitios donde tenemos las fotos juntos, recordar los momentos allí vividos, los buenos, que fueron muchos, y los malos, allí murió mi madre, mirar al lado y ver que ella no estaba. Aparcar junto a la feria, pasear junto al mar, ir a la playa, comprar en el supermercado, perderse en el centro comercial, ir al parque de los patos, dormir en la cama vacía, tantas cosas cotidianas que aparentemente no tienen valor, pero que ahora, visto en la distancia, parecen inolvidables, y ya, irrepetibles. La verdad es que ha sido muy duro. He llorado su ausencia, y hasta incluso me he cabreado muchísimo, por que sigo sin entender el por qué de las cosas. Me parecen tan increíbles algunas decisiones que a veces me sacan de mis casillas y me hacen estallar, y hasta incluso sacan de mi lo más instintivamente animal que llevo dentro. Pero tengo que hacerme a la idea de que mi vida a partir de ahora tiene que ser otra cosa. No hay sitio para la esperanza. El retorno, la vuelta atrás es imposible. Tenía que haberme mosqueado cuando al comprar el coche para viajar ya no se podía aparcar dentro del garaje, y había que dejarlo fuera, en la rampa, casi fuera de la casa, como yo. Visto ahora, parecería una premonición de lo que iba a ocurrir en el presente. Y la vida es eso, ilusión y desilusión, dentro y fuera, acierto y fracaso.
Siempre en los viajes aparecen canciones que parece que se unen al viaje y cuando vuelves a escuchar esa canción, te acuerdas de ese viaje. En este hemos escuchado mucho a Vetusta Morla, lo hemos puesto varias veces en el coche, en casa mientras bañaba a los pequeños, en la cama por la noche acompañando a mi insomnio. Hoy lo hemos vuelto a poner, volviendo a casa, y cuando ha llegado el turno de esta canción, Iker se había soltado el cinturón, Jenny se lo estaba atando y al volver a su sitio, me ha pedido que la pusiera desde el principio, que es la que más le gusta. Nadie se puede imaginar la ilusión que me ha hecho. Le he explicado el significado de la letra, lo que significa la despedida, y lo bonita de esa declaración: “Y al respirar intenta ser quien ponga el aire, que al inhalar, te traiga el mundo de esta parte”. Es una metáfora tan visual de lo que significa la atracción, que es perfecta. Al terminar de explicarle la canción le he dicho que en estos momentos me identifico mucho con lo que dice la letra, que es como si reflejara lo que a mí me está pasando. La hemos puesto varias veces seguidas y cuando ya queríamos pasar a la siguiente, Luna desde su asiento nos ha pedido que la volviéramos a poner, y se ha puesto a cantar los estribillos, mientras que Iker y Zoe iban dando palmas y bailando, y cada vez que terminaba la canción Zoe volvía a pedirla. Ha sido el mejor momento del viaje. Es increíble los lazos de unión que se establecen entre los padres y los hijos, hay cosas que no se pueden explicar, que hay que vivirlas, y eso es lo que quiero a partir de ahora, vivir la vida con mis hijos, vivir la parte que me dejen, haciéndolo intensamente, “intenta no respirar, intenta no respirar, y al respirar propongo ser quien ponga el aire, que al inhalar, me traiga el mundo de esta parte. y respirar tan fuerte que se rompa el aire, aunque esta vez, quizá será mejor marcharse.”
Esta claro, es mi vida, y en cuanto pueda cambiaré de coche, por que ya no quiero más asientos vacíos.
La escucharemos juntos, la lloraremos juntos, la sentiremos juntos....en directo. Recuerda el 12 de Mayo en Barcelona. Bienvenido... .
ResponderEliminarSin duda compañero ciervo
ResponderEliminarTe he encontrado por casualidad, como respiras ahora?
ResponderEliminarComo va tu respiración? Yo ahora solo respiro por no ahogarme.
ResponderEliminarAcabo de llegar a tu blog por la cancion de vetusta morla, no conozco tu dolor pero te brindo mi simpatia, te leere mas para conocerte. Una abrazo desde Peru
ResponderEliminar